viernes, 10 de octubre de 2008

El futuro del gabinete ministerial está en las manos de Alan García

Una mañana movida tuvo ayer el gabinete ministerial, que empezó con la entrega de una carta al Congreso, en la que solicita su presentación urgente en el pleno para explicar los escandalosos audios que ponen al descubierto supuestas negociaciones irregulares en las más altas esferas del gobierno, y culminó con la presentación de sus cargos a disposición del presidente Alan García.

Al promediar las dos de la tarde, los ministros se reunieron con el Jefe del Estado en Palacio de Gobierno y, uno por uno, todos le fueron entregando sus cartas.

"Se hizo lo que anunciamos. El presidente tomará la decisión que considere y mientras tanto seguiremos trabajando", confirmó a La República la ministra de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz, poco después de retirarse de la sede presidencial.

El titular de Defensa, Ántero Flores Aráoz, aseguró que ninguno ha presentado su renuncia irrevocable y que las cartas agradecen la confianza depositada, pero ponen sus puestos en manos del Jefe del Estado para no afectar ni interferir en la gobernabilidad del país.

"Es una carta común y corriente, tomando en cuenta las circunstancias", indicó.

POSIBLES CAMBIOS





























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Retirada. Al Gabinete no le quedó otra que abandonar el Congreso y presentarse ante García para formalizar renuncias.


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Show. La accidentada visita ministerial al Congreso captó la atención general.


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Comisión. Daniel Abugattás (izq.) preside el grupo que investigará escándalo.


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Tras la entrega de estos documentos el jefe del Estado y los ministros conversaron sobre los posibles escenarios que se presentaban ahora, los que pasan por mantener el gabinete en pleno, hacer cambios parciales o nombrar nuevos ministros en todas las carteras.


"Nosotros le hemos hecho saber al Presidente que es importante un cambio de aires, pero esa decisión la tomará él", dijo la ministra de la Mujer, Susana Pinilla.

Sin embargo, trascendió que ya estarían barajándose algunos nombres para el premierato, entre los que figuran el presidente regional de Lambayeque y candidato presidencial Yehude Simon; el economista Pedro Pablo Kuczynski; el embajador en Estados Unidos, Felipe Ortiz de Zevallos; así como el economista Hernando de Soto; el jurista internacional Diego García Sayán; y la ex presidenta del Congreso y dirigente aprista Mercedes Cabanillas.

Los ministros que se quedarían en el gabinete serían el canciller José Antonio García Belaunde; de Comercio, Mercedes Aráoz; de Economía, Luis Valdivieso; y de Agricultura, Ismael Benavides.

Se espera que los cambios queden oficializados mañana por el Presidente de la República.

FALLIDA PRESENTACIÓN

En un intento por aclarar los presuntos vínculos entre dos ministros de Estado con la irregular entrega de dinero para favorecer a la empresa Discover Petroleum, el premier Jorge del Castillo anunció muy temprano que había enviado una carta al Congreso en la que solicitaba la presentación del gabinete en pleno para exponer el tema.

La misiva entró por mesa de partes y fue derivada de inmediato a la presidencia del Legislativo. Sin embargo, el pedido solo fue visto por la Junta de Portavoces después de que Del Castillo llegó al Congreso.

El premier llegó solo a las 10 y 30 de la mañana y, sin brindar declaración alguna, se dirigió directamente al despacho del presidente del Parlamento, Javier Velásquez Quesquén.

Media hora después se citó a los portavoces para informarles oficialmente del pedido del gabinete. La respuesta fue unánime: todos querían consultar con sus bancadas antes de tomar una decisión.

PARA EL MARTES

Al retornar, los voceros mostraron su complacencia con la decisión del gabinete de acudir al Congreso, pero precisaron que no podrían hacerlo hasta el martes, plazo mínimo establecido por el reglamento, para convocar a los ministros una vez presentada la moción de censura.

A las 11 y 15 am., los voceros convocaron a una conferencia de prensa para anunciar su decisión.

Empezaron saludando la voluntad del premier de acudir al Parlamento, pero precisaron que por un tema de forma no podían escucharlo sino hasta el martes, tras lo cual le harían las preguntas necesarias y debatirían la censura.

Esta posición molestó sobremanera a Del Castillo, quien en un último intento convocó a sus ministros para presionar al Parlamento a escucharlos. Al promediar el mediodía, el gabinete en pleno ingresó abruptamente al hemiciclo ante la sorpresa de los parlamentarios.

SOLOS EN EL CONGRESO

El jefe del gabinete y el ministro del Interior, Luis Alva Castro, se ubicaron en sus respectivas curules. El resto de ministros se colocó detrás de ellos, como muestra de su respaldo.

El congresista aprista Humberto Falla la Madrid, quien tenía la palabra en ese momento, se la cedió al premier. Antes de que pudiera ejercerla, se le precisó que debía referirse únicamente a lo que estaban tratando en ese momento.

"Es un tema constitucional. El artículo 129 de la Constitución señala que el Consejo de Ministros en pleno, o los ministros por separado, pueden concurrir a las sesiones del Congreso y participar en sus debates con las mismas prerrogativas de los parlamentarios, salvo de votar si no son congresistas", dijo Del Castillo.

"El Consejo de Ministros ha venido a dar la cara, a dar una explicación a la ciudadanía de los acontecimientos…", insistió.

Entonces, los parlamentarios de oposición comenzaron a protestar y retirarse del pleno.

Ante eso, el presidente del Congreso, Javier Velásquez, le recordó que la junta de portavoces había tomado la decisión de citarlos para el martes. Y ante la insistencia de Del Castillo suspendió la sesión.

Media hora permaneció el gabinete en el pleno, y solo se retiró cuando se anunció que la sesión se retomaría a las 3 pm, aunque poco después se precisó que el pleno se renovaría el martes.

Por la noche, en una transmisión en directo, Del Castillo y sus ministros por fin pudieron expresarse, para marcar distancia del escándalo, pero también para despedirse.

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